Las ciberestafas son los ciberdelitos más comunes / GETTY IMAGES

Las ciberestafas son los ciberdelitos más comunes / GETTY IMAGES

Sociedad

Crecen los ciberdelitos en Euskadi: el 20% de las infracciones penales son ya de este tipo

Gipuzkoa es la provincia donde más aumentó la ciberdelincuencia en 2023

4 mayo, 2024 05:00

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Cada año, el Gobierno vasco publica un documento que recoge el número de infracciones penales que se cometen en municipios de Euskadi de más de 15.000 habitantes. En 2023 se registraron 138.180 delitos, de los cuales el 80% fueron presenciales, aunque la buena noticia es que este tipo de delitos descendieron un 3% el año pasado. 

La seguridad ha sido además uno de los asuntos de la campaña electoral vasca, ya que algunos partidos políticos como el PNV hicieron hincapié sobre ello en sus discursos. El candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, aseguraba en uno de sus mítines que la seguridad de la sociedad vasca "es innegociable". Asimismo, anunció que evaluarán los resultados de la reforma del Código Penal en los casos de multirreincidencia de hurtos y delitos menores e impulsarán el endurecimiento de las penas previstas "si es insuficiente". También desde el PP o Vox hicieron referencia al tema de la seguridad durante la campaña vasca. 

La mala noticia sobre los nuevos datos conocidos es que los ciberdelitos aumentaron un 38% en 2023, un tipo de delito con tendencia al alza en los últimos años, ya que desde 2017 —salvo en 2021—, siempre se han incrementado. Si hace siete años se registraron 8.989 ciberdelitos, en 2020 subieron hasta los 16.935 y el pasado año se contabilizaron ya un total de 27.707 en todo el País Vasco. Se conoce como ciberdelitos a todas aquellas infracciones penales informáticas o cometidas a través de internet.

Del total de delitos, los ciberdelitos representaron el 20%.Por tipología, las ciberestafas (18%) son las más comunes, seguido de lejos por las ciberfalsificaciones (0,7%), ciberamenazas y cibercoacciones (0,6%) y otros ciberdelitos (0,8%). Así, las estafas o fraudes, donde se incluyen las estafas con tarjetas de crédito y débito, suponen un 90% de todos los ciberdelitos.

Gipuzkoa, a la cabeza

En todas las provincias se produjo un aumento de la ciberdelincuencia con respecto a 2022. A la cabeza se encuentra Gipuzkoa (+54,18%), seguida de Álava (+38,11%) y Bizkaia, donde ha crecido un 28,37%. 

Por capitales, sin embargo, es Bilbao la que registró la mayor tasa de ciberdelitos por habitante con un total de 3.879, pero la capital donde menos aumentaron. Pese a que Vitoria-Gasteiz contabilizó un número algo menor (3.804), fue en la capital vasca donde más aumentó dicha tasa (+4,29%), mientras que en San Sebastián creció un 3,6%, de 1.320 ciberdelitos en 2022 a 2007 el pasado año.

La Cybertzaintza  nace ante el auge de los ciberdelitos / EUROPA PRESS

La Cybertzaintza nace ante el auge de los ciberdelitos / EUROPA PRESS

Creación de la Cybertzaintza

El impulso de las TIC en actividades comerciales, relaciones sociales y en el trabajo es una de las razones por las que la incidencia de estas infracciones penales se ha disparado en los últimos años. Por eso, desde la Ertzaintza, se han puesto en marcha acciones formativas de especialización de los agentes, así como la creación de unidades específicas (Cybertzaintza) para el análisis de Inteligencia de los diferentes modus operandi, redes criminales y su posterior investigación, en colaboración con las diferentes Policías Locales y organismo, tanto nacionales como internacionales. 

Ante el incremento de este tipo de delitos, muchos expertos consideraban necesario contar con un organismo específico en Euskadi para luchar contra la ciberdelincuencia en una sociedad cada vez más digital. Así nació la Cybertzaintza, que comenzó a dar sus primeros pasos en septiembre del pasado año con el objetivo de combatir las amenazas derivadas del uso de internet y las nuevas tecnologías.

Sin embargo, los expertos alertan de que las mayores dificultades a la hora de llevar a cabo las investigaciones policiales se presentan al ubicarse la mayoría de los ciberdelincuentes en terceros países, lo que dificulta las tareas para conocer su identidad y su puesta a disposición de la autoridad judicial.